Dos equipos cuyas aficiones se han sentido grandes decepciones recientes, chocan buscando redimirse
Tras no salir abantes en el duelo de felinos de la jornada 1, ahora León se ve obligado a sacar las garras frente a su afición para regresar la alegría a casa, sin embargo, enfrente tiene a unos Rayados de Monterrey que no estarán dispuestos a dejar puntos en el camino después de un inicio victorioso frente a Pachuca.
Necesidad esmeralda
El arranque del calendario para los de Guanajuato no es el más prometedor para un equipo, teniendo que enfrentarse a dos de los equipos más complicados del campeonato, primero la salida contra Tigres, el obligatorio favorito a campeón desde hace algún tiempo y ahora recibir a Monterrey, otro cuadro plagado de talento, inversión y que viene con ganas de retribuí a su afición por los títulos perdidos.
Si bien la derrota en Nuevo León pudiera parecer presupuestable, uno de los objetivos que tiene en puerta el cuadro leonés para esta campaña es volver a la competitividad, lo que significa ser capaz de ganarle a cualquier equipo en contienda y una segunda derrota, en casa, frente a otro de los rivales fuertes, sería preocupante un nuevo descalabro, encima si éste llega con la falta de autoridad que mostraron en el debut.
Por la supremacía del norte
Nadie dudaría que los años más recientes han sido complicados para Monterrey, desde el ascenso a la zona estelar de sus acérrimos rivales, su protagonismo ha ido a la baja de los de Nuevo León, que encima se coronaron en su nueva casa, donde siguen siendo incapaces de dar alegrías importantes a su gente y sin duda se ha convertido en una de las losas más pesadas con que han tenido que cargar.
El arranque de este torneo fue positivo, aunque no dejó del todo una tranquilidad respecto al triunfo que se consiguió y siendo que la presión cada vez es más grande, es necesario dar el salto de calidad para mostrar capacidad de cumplir los objetivos. Dos salidas seguidas no son un inicio idílico para nadie, pero comenzar con 6 puntos en esas circunstancias resultaría no solo alentador, sino que daría un impulso en las aspiraciones de la directiva y desde luego, aportaría a que la afición vuelva a confiar en su equipo.