
Dos equipos que suelen ser invitados de la Fiesta Grande en la División de Ascenso, no han comenzado de la manera más positiva y un triunfo sería clave para regresar a la pelea.
La jornada 3 del Apertura 2019 nos presenta el duelo de dos favoritos por la Liguilla del Ascenso MX, que no tuvieron el arranque más prometedor dentro de la competencia y que aquí llegan con la posibilidad de volver a meterse en los primeros puestos y no dejar terreno en el camino por los boletos a la contienda por el título.
Al paso de las campañas pasadas, Zacatepec se ha acostumbrado a ser uno de los equipos asiduos en la contiende por terminar entre los primeros 8 de la tabla general. Aunque todavía sin la trascendencia esperada, mantener ese estatus es importante para un proyecto deportivo que ha ido creciendo al paso de los años y que, pese a que el debut pintaba algo más grande, la caída en la semana 2 deja ciertas dudas que tendrán que ser despejadas.
Las sensaciones favorables que se generaron con el triunfo ante Celaya, disminuyeron de manera considerable tras esa desastrosa goleada de 4 a 0 a domicilio frente a Loros de Colima en su casa, por lo que ahora, repitiendo en el Agustín ‘Coruco’ Díaz, tienen no solo posibilidad de revancha ante su gente, sino que es la oportunidad de corregir y mostrar otra cara todavía en un punto temprano del semestre.
Por el otro lado, Mineros de Zacatecas, otro constante dentro de las primeras plazas, tampoco sin obtener un título al momento, aunque sí con los resultados suficientes para tenerlos a consideración cada inicio de certamen y que en lo que va del segundo semestre de este 2019, no ha encontrado las actuaciones que la afición quisiera para poder verlo como favorito.
Con una unidad tras un empate y una derrota, sin haber anotado un solo gol en las primeras dos fechas y con dos en contra, es el saldo con el que se presentan para este compromiso, que, pese a lo poco alentador del momento, pueden aprovechar que el oponente viene de una goleada en el mismo recinto la semana anterior, para dar otro golpe más, quedándose con un triunfo que sería importante, tanto en la confianza, como en el acortar camino respecto a los primeros peldaños de la contienda.