
Lo que parecía ser el inicio de una de una prometedora temporada, en la que se pretendía regresar a los planes importantes en el certamen local, el semestre de Chivas se ha tornado en un mar de incertidumbre, que se aderezó a recientes fechas con las derrotas en los Clásicos de Liga y Copa, y de no ser corregido, no solo se estaría hablando del cuestionado futuro de José Saturnino Cardozo o una temporada más en la penumbra, sino de futuros problemas porcentuales que aquejarían al Rebaño a partir del Apertura 2019.
Mucho se habló durante la pretemporada de la gran carga que tendría por afrontar el ex jugador de Toluca al mando de su segunda campaña con el cuadro tapatío; esta vez no había excusas del plantel limitado o de una nula planeación y ante la presión de las campañas sin calificar a la Fiesta Grande, además de la aún controversial salida de Matías Almeyda, el margen de error se fue haciendo cada vez más estrecho.
Por los fichajes poco por reprochar para la afición: Alexis Vega, Hiram Mier y Jesús Molina como los más importantes; ‘Tony’ Alfaro, Dieter Villalpando y Luis Madrigal como complementos interesantes; en conjunto con los regresos de Ronaldo Cisneros, Alejandro Mayorga y Alejandro Zendejas para buscar dar profundidad al plantel. Entre tanto, para este punto cabe aclarar que pocos han cumplido con lo que se esperaba; Vega pasó de ser goleador con Toluca a solo acumular tres tantos en la competencia, Jesús Molina es de los más constantes, pero ha faltado completa concentración y tal vez Mier sea el único que ha rendido en plenitud entre los refuerzos; junto con Brizuela, los mejores de la temporada.
Si bien en un principio la situación pintaba para ser mucho más optimista, tras la primera derrota ante Santos Laguna, con una cuestionable decisión de Cardozo en cuanto al parado táctico, su escuadra no ha sido más que destellos de lo que ofreció en un principio, con una decadencia que lo llevó a ser eliminado de la competencia copera y caer de los primeros puestos de la Liga a manos del América y ambos con un planteamiento tan endeble que no terminó siquiera el primer tiempo antes de tener que ser modificado.
Ya sin aspiraciones de levantar otro trofeo, el Deportivo Guadalajara solo puede preocuparse por regresar a los primeros 8 del certamen local, donde acumulan 15 unidades, luego de 4 victorias, 3 empates y 4 derrotas en 11 cotejos disputados, con la misma cantidad de goles anotados y recibidos (11).
Buscar cerrar las 6 fechas que quedan con la mayor cantidad de unidades posibles no solo resulta importante para saber qué sucederá con el estratega el semestre entrante, para pelear por el campeonato en Liguilla o para intentar sanar las heridas de los manejos y resultados cuestionables del último año futbolístico, sino que tomará relevancia por la pelea por el no descenso en la que se verá Chivas luego de que finalice este torneo.
Chivas en una crisis administrativa y de porcentaje, apenas un tiempo después de levantar títulos y tener momentos importantes; una inconstancia de manejo que ya le parecerá familiar a gran parte de la fanaticada ‘Rojiblanca’.