
Tensión y polémica se vivirá en la jornada 13, cuando Pumas se meta al Estadio Akron frente a Chivas que viene mal encaminado y sus chances de Liguilla se esfuman, a la par que el descenso se agrava.
Con la recta final del campeonato cada vez más cercana, las oportunidades de meterse a Liguilla se siguen volviendo estrechas y los últimos llamados para los equipos de la parte baja comienzan a aparecerse. Chivas se encuentra necesitado de triunfo y enfrente, tendrá a unos Pumas que han recobrado el camino, posicionándose entre las 8 primeras plazas, con una oportunidad importante de regresar al protagonismo.
Con 11 cotejos disputados, de los cuales han podido sacar 11 unidades, tras 3 victorias, 2 empates y 6 derrotas, que los mantienen en el peldaño 16 de la tabla general, además de llegar con una goleada aparatosa del Clásico Nacional, toma de elecciones dudosas por parte de la directiva en cuanto al proyecto que se pretende seguir y con la situación porcentual como una constante presión para los jugadores, la situación del Deportivo Guadalajara ha vuelto a los momentos bajos que se han acostumbrado en la última década.
Al igual que los tiempos de mayores glorias, la paternidad en casa ante Pumas ya solo es un recuerdo para el aficionado tapatío, sin embargo, por más que la situación no apunte para pensar en positivo, un duelo de gran envergadura, contra un oponente histórico que se encuentra mejor plantado en este momento, abre la puerta para una sorpresa que regresaría el espíritu competitivo al plantel ‘Rojiblanco’, o que bien podría seguirlos hundiendo.
Con 5 triunfos, 2 paridades y 4 derrotas, para llegar a un total de 17 unidades, que los sitúan en el octavo puesto del certamen, los Pumas han regresado a ser contendientes por entrar a la Fiesta Grande. Los momentos por los que se rige el futbol mexicano, hoy les favorecen y después de haberle pegado a Santos Laguna en la fecha pasada, la confianza está por los cielos, para repuntar y enfocarse en aspiraciones que vayan más ligadas a obtener el título al final del semestre.
Jugarán en un estadio que les ha pesado durante varios años, pero habiendo quitado ya esa pesada loza en el aspecto mental, al romper esa malaria, se hace más fácil imponer condiciones ante un combinado que en el papel no deberá complicarte en gran medida, aunque el excederse en tomar como consideración las estadísticas para no jugar a tope, pudiera pasar factura; una derrota frente el antepenúltimo, después de ganarle al puntero, provocaría un dejo de duda una vez más en el contorno capitalino.