Ya con la Liguilla fuera de alcance, Chivas recibe a uno de los cuadros más sorpresivos de la temporada, que buscará mantener el paso en el cierre del torneo.

La temporada de Chivas entra en un sinfín de análisis, cuyos puntos pueden ser resumidos en una pobre toma elecciones respecto al proyecto deportivo, desde el entrenador, pasando por el armado de la plantilla y situaciones institucionales que arrastran varios pecados desde hace un par de años. Hoy, con otro certamen más sin protagonismo alguno, este final debe ser el inicio del cambio.

5 victorias, 4 empates y 7 derrotas, para un total de 19 puntos, son cifras que por bien de los objetivos y de evitar el descenso, ni se pueden repetir. Mucho se ha comentado sobre lo que sucederá tras la llegada de Ricardo Peláez, inercia que parece generar un cambio en el panorama, pero desde la continuidad del tema, hasta el nivel de los elementos que se queden en la plantilla, desde estos partidos tiene que comenzar el nuevo viaje de uno de los equipos más representativos del país.

En un paralelismo inverso a los tapatíos, los queretanos pueden presumir que, tras arrancar en igualdad de condiciones a muchos equipos en la pelea porcentual y pese a que la llegadas y salidas dejaron dudas, el tiempo ha dado la razón al proyecto de Víctor Manuel Vucetich.

Entre el saber explotar a un equipo sin un plantel de muchos reflectores, saber dar salida a jugadores como Camilo Sanvezzo, pese a toda la polémica y refuerzos bien pensados, como el de Jair Pereira, provocaron las 28 unidades que hoy los tienen entre los candidatos al título.

Para Chivas la misión es dar un golpe de autoridad, que de fe a lo que se viene para los ‘Rojiblancos’, mientras que para los ‘Gallos’, solo queda reafirmar lo que se ha hecho bien en este Apertura 2019.