Mi abuela decía: “no tiene la culpa el Indio, sino el que lo hace compadre”…
En estos tiempos de redes que vivimos desgraciadamente reza un triste principio: “no importa cómo te vean, lo que importa es que te vean”. Parece que ese fue el porqué la cuenta de Monarcas mandó al ruedo al muy criticado Sansores con un post que decía “Con gol de “Sansodios”, ¡regresamos a casa con los tres puntos!”, o quizá sólo fue que la pasión de la victoria se apoderó de los dedos.
El problema es que ahora los focos se han centrado en un jugador que le han llovido críticas, casi a la par de aquel primer tag célebre del futbol #TodoEsCulpaDeLayún. Parece que al muchacho le hubiera ido mejor en un equipo con menos gente realizando múltiples funciones y hubieran sabido proyectorlo en relación de sus capacidades.
Pero yo sé que usted mi querido lector se pregunta, ¿y qué relación hay en todo esto?, pues siga leyendo, le aseguro valdrá la pena. Vamos a hacer primero un pequeño repaso por la carrera de Sansores.
El “Yuca”, o “Sansodios” (sin comentarios), llegó a Morelia en la lejano 2010, año en que por fin fue llamado a la banca del primer equipo en cuatro ocasiones, para debutar en el Jaguares vs Monarcas, donde jugó sus únicos 8′ de todo el torneo.
Delantero clavado por posición, Sansores anotó su primer gol hasta que los michoacanos, quizá ahora sí planeando y visorando el futuro del joven, tuvieron a bien mandarlo a foguearse a Neza, en el Ascenso MX. Al 81′ del juego de Altamira vs Neza, el “Yuca” se estrenó en la delantera del equipo.
En su paso por Neza realizó tres goles en 35 partidos, acumulando un total de 1087 minutos en el terreno de juego, lo que nos da un promedio de un gol cada 363.3 minutos. A pesar de su bajo porcentaje de efectividad, el cuadro del “Yuca” logró el ascenso a primera, aunque a la postre la franquicia salió de Neza y el Sansores a Cruz Azul Hidalgo.
La prueba del Ascenso terminó para Sansores en el 2014, año en que volvió a Morelia, pero de nuevo tuvo que repetir ocho minutos en los dos primeros juegos de Liga, hasta que en la fecha siete tuvo la oportunidad de jugar 79′ minutos y anotar su primer tanto en la Liga con la casaca de Monarcas.
Incluyendo la Copa, con Monarcas ha logrado marcar 19 goles en 111 encuentro, en toda su carrera acumula 114 tantos en un total de 4544 minutos en el terreno de juego, con un promedio de un gol cada 324.6 minutos, marca un tanto aproximadamente cada tres juegos.
Su mejor torneo fue el clausura 18 en que marcó dos tantos, cifra que repitió una vez previa en su carrera, pero jamás ha logrado superar en partidos de Liga o Ascenso. El torneo con más minutos que ha jugado fue el Apertura 10 cuando militó con los Venados de su natal Yucatán, donde no hizo un solo gol.
Ahora sí, con estos argumentos, la pregunta es clara ¿Por qué diablos un artillero con un porcentaje tan bajo es titular en un equipo necesitado de goles?…
El jugador es sin duda un profesional, un jugador que se la parte para salir adelante, pero que, para su desgracia, su enorme esfuerzo no alcanza para meter todas las que tiene. Muchos dirán que tiene ángel, sin duda no fue un golazo el que metió esta jornada en Guanajuato, pero hasta para encontrarse la pelota por chiripa se tiene que estar ahí, en caso de que no me crean pregúntenle al máximo anotador de la Selección Mexicana.
Un buen amigo decía “Su chamba más que ser delantero es la referencia de marca y lo hace bien, cuando se le exige aparece”, ¿siguen sin creerme?, pues nada más falta recordar de quién fue el pase en Monterrey para salvar a Monarcas. Como esos muchos, solo que a Sansores puede que se le den responsabilidades que no puede cargar.
Por ejemplo, imagine usted lector, que de repente un día corren a ese “maldito bulto” (opinión de la fanaticada) del equipo y le ofrecen a usted formar parte de Monarcas, con sueldo, reflectores, buenos carros y todo, ¿lo rechazaría?, gran parte del mexicano sueña con ser futbolista y si usted llegó a esta parte de mi nota, seguro estoy que no lo haría.
Entonces, si seguimos soñando, imagine que debuta y que no es tan bueno como lo creía un párrafo antes, pero el técnico sigue insistiendo en ponerlo de titular, por más que usted se parte la M* y le pone todos los yaitza del mundo nada más no se le da (dirían los cracks).
Pues esa es la realidad de Sansores, un jugador muy limitado técnicamente, profesional y aguerrido, pero con la responsabilidad de cubrir los miles de huecos que deja una planificación a medias, en un equipo donde tiene que salir al campo hasta que los refuerzos, que se trajeron a medio torneo, a ver si se acoplan, o mandando pases a jugadores que pues “estarán para debutar en Liguilla”.
En redes le ponen enfrente de referencia de Ferreira, pues el sudamericano ha cumplido con creces las veces que ha entrado al campo, y se abuchea y apedrea al yucateco por entrar al terreno de juego en su lugar, pero él no decide el equipo, los argumentos están dados, pero quien decide lo manda al campo, como hoy que lo han lanzado a redes a recibir las pedradas de su “Sansodios”.
Sin duda una clase de jugadores que hay que valorar, se pide a gritos jugadores con amor a la camiseta y ese muchacho la tiene, además de la humildad para darse cuenta que aunque te estés muriendo en la cancha, aunque estés virtualmente descendido y sea tu oportunidad de vestirse de héroe, el balón está mejor en los pies de otra persona.
Más que seguro estoy de que si le preguntaran al muchacho que opina de esto, no estaría de acuerdo, pues cuestiono la planeación de un equipo y un técnico que lo deja vivir su sueño, eso por el que se mata en la cancha aunque los “virtuosos” lo dejen en el césped; pero también estoy seguro que mi abuelita, que seguro está gritando los goles de Morelia allá arriba, no se equivocaba cuando me decía: “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”.
Para cerrar, me despido con un comentario de una amiga que me decía “Pues yo digo que nunca será un crack.. esto es para lo que ahorita le alcanza en su carrera, pero tiene algo que muchos ‘cracks’ no tienen y por eso se pierden… ese algo se llama profesionalismo”, habría que preguntarle a Vegas si su twittazo no tuvo que ver con esto…
Como siempre, querido lector, yo le hablo con la apreciación de los números, pero esos son fríos y despiadados como el descenso, al final usted sabrá si calentarlos con la pasión del reconocimiento o mantenerlos helados con la indiferencia de las finalidades, como siempre usted tiene la última palabra…