
Tiburones han impuesto una nueva marca en el balompié nacional al ser el equipo que más pronto ha perdido la categoría.
Los románticos del fútbol han empleado el juego de la pelota como un símil de la vida, en donde a veces se puede estar en lo más alto de la cima, sin embargo, por razones, circunstancias o a veces decisiones incompresibles se puede estar en lo más profundo del abismo.
Otros más románticos aún, señalan que en la vida como en el fútbol es necesario perder para poder aprender a ganar, que sin tropiezos no hay aprendizajes y otras tantos clichés que endulzan cualquier charla de “motivación”.
Lo cierto es que la esencia agonística de todo deporte, en este caso, el fútbol, nos lleva a analizar el juego desde los vencidos y los vencedores; en ocasiones desde los que se conforman con el empate. Ganar o perder es inherente al deporte en sí, no puede concebirse un juego de fútbol sin el disfrute de aquel que logró vencer a todos los rivales para alzarse con la gloria única del campeonato.
¿Pero que hay del vencido? La historia tiene un lugar reservado para aquellos equipos que han sufrido derrotas dolorosas, mismas que han marcado su historia, en la mayoría de los casos, brindándoles la oportunidad de darle un giro de 180°. Ejemplos sobran, piense en aquel equipo que descendió de la máxima categoría, que luchó uno o más años para salir de la misma y que en su regreso al máximo circuito logró alzarse como campeón, tal vez, vinieron a su mente varios ejemplos. Cabría cuestionar ¿dicho título hubiese valido lo mismo si el equipo no hubiera sufrido para conseguirlo? Tal vez no.
Esta es el encanto que nos atrae a muchos hacia el fútbol. Sin embargo, los de pantalón largo, aquellos que llevan las riendas del fútbol mexicano, han decidido, desde sus escritorios, quitarle parte del sabor a la derrota y por ende a la victoria. Por determinación administrativa, aquel equipo que deportivamente descienda tiene la opción de pagar una suma de 120 millones de pesos para permanecer en la categoría.
Veracruz se encuentra matemáticamente descendido, aún faltando por jugar 7 jornadas. Por cierto, los Tiburones han impuesto una nueva marca en el balompié nacional al ser el equipo que más pronto ha perdido la categoría. Sin embargo, hace un par de días el presidente y dueño del club, Fidel Kuri, ha manifestado que cuenta con el recurso para garantizar la permanencia en la Liga MX de su equipo.
¿Como sufrir y cómo gozar del juego bajo esas condiciones? Y es que lo que sigue ya se sabe, basta con revisar los número de los escualos en el presente torneo, en 11 partidos disputados no han podido ganar un sólo encuentro; suman 4 puntos producto de 4 empates y 7 derrotas. Pero más allá de los números, hay que observar un juego de Veracruz para darse cuenta que los jugadores no pelean por absolutamente nada, por que no importa lo que pase, al final el dinero lo resolverá todo.