
Apenas hace una semana el titular de la Comisión de Arbitraje, Arturo Brizio Carter, declaró que el Asistente de Vídeo para el Árbitro en México es el mejor del mundo, además de aseverar que los árbitros mexicanos ya se encuentran totalmente adaptados al uso de la tecnología.
Desde la inclusión del VAR en el fútbol mundial se hizo énfasis en que la autoridad en el terreno de juego seguía siendo del hombre de negro, y que los asistentes de vídeo solamente están ahí para proporcionar las mejores imágenes para que el nazareno tome la mejor decisión.
Sin embargo, a nivel mundial y específicamente en el fútbol mexicano la realidad señala que jornada a jornada la intervención del VAR se ha convertido en un cúmulo de inconformidades por parte de los actores centrales del juego.
El problema no radica en la inclusión de una fuente de apoyo para los que imparten justicia, la situación es que sigue existiendo una disparidad de criterios al momento de analizar con asistente en vídeo jugadas similares, hecho que no propicia la justicia en el juego.
Hay que señalar que el árbitro no debe tener un rol central en un encuentro de fútbol, que su función se remite a crear un marco de paridad entre los competidores a través de hacer valer las normas. Sin embargo, al tratarse de un trabajo de apreciación la aplicación del reglamento se convierte en un hecho de criterio personal, aspecto que pretendía soslayarse con el VAR.
La realidad es que a pesar de la ayuda de la repetición por vídeo con la cuenta el árbitro, las decisiones siguen dependiente completamente de su criterio, en muchas ocasiones evaluando una misma jugada de distinta forma. Sumado a lo anterior, el tiempo que transcurre en la revisión de la jugada es muy extenso en relación a la velocidad del juego, lo que invariablemente genera la idea de que el árbitro se convierte en el centro de atención.
Finalmente, en el fútbol mexicano el uso de la VAR se ha convertido en una constante en cada partido, el número de veces al que se recurre al asistente es mucho mayor al que se había contemplado cuando se instauró la herramienta. Ejemplo claro lo encuentros en el encuentro entre Xolos y Morelia, cuando Roberto García destino cerca de 12 minutos del encuentro a revisar jugadas en el asistente, decretando tres penales a través del VAR y dejando de expulsar a un jugador de Tijuana ante una entrada artera.
Sin duda, que la tecnología es parte fundamental de la vida cotidiana, que su uso tiene la intención de facilitar la vida, sin embargo, en el fútbol tendrá que repensarse y optimizar su uso si pretendemos que el juego siga centrándose en 22 jugadores como los actores centrales.