
Guadalajara, México. – “Los Sueños de hacen realidad”, “el talento puede venir de donde sea” o cualquier tropo de misma índole, podría ser empleado de manera efectiva para comenzar a contar esta historia, sin embargo, no reflejaría del todo la realidad del canterano que se ha ganado a la afición mexicana y que, pese a todas las inversiones hechas por Chivas en fichajes recientes, sigue destacando como uno de los elementos más importantes de la plantilla: Fernando Beltrán, una de esas joyas de la cantera que venían necesitando en Guadalajara.
Al margen lo que se pudiera ver las epopeyas de éxito más cercanas a la realidad, todo tiene un origen que no dista del de miles de personas en el mundo; un barrio de Santa Fe en la Ciudad de México, un joven futbolista con sueños, vislumbrados todavía como lejanos, rechazado de las categorías inferiores del América y que, forzado por su familia, emprendió un viaje rumbo a Cancún, donde encontraría su primera gran oportunidad, siendo aceptado en las Fuerzas Básicas del Atlante.
Lo que no sabía el juvenil mediocampista, era que sus problemas estaban apenas a punto comenzar en ese lejano 2012. Tras ser descubierto por José Luis Real y solicitado para formar parte del ‘Rebaño Sagrado’ en inferiores, encontró en el Pacto de Caballeros su primer obstáculo, quedando congelado sin la posibilidad de salir y tampoco recibiendo los minutos esperados con los ‘Potros’. Fue entonces una gran coincidencia que un momento de catástrofe en una institución histórica, el descenso del Atlante, él saliera beneficiado para llegar a Verde Valle como agente libre en 2014.
Hoy podemos hablar de las cualidades que Beltrán Cruz ha mostrado desde que fue llevado al primer equipo por Matías Almeyda, como uno de los referentes en el medio campo tras haber cumplido apenas sus primeros 50 juegos con el odiado rival del equipo que le significó su primera decepción, teniendo actuaciones que lo han llevado a ser considerado por Jaime Lozano para formar parte de la Selección Mexicana sub 23, aunque por un momento, todo esto estuvo cerca de un prematuro final; la lejanía de casa fue el factor que más cerca estuvo de poner el punto final a su carrera como profesional.
Dentro del desarrollo del ‘Nene’ en la cantera chivista, no podemos ignorar el trabajo que hizo su familia, rescatando la que pudo pertenecer al listado de carreras truncadas por factores extra cancha, como lo narra él mismo, la vida solitaria, que no le permitía mostrar su mejor versión sobre el terreno de juego, lo tuvo al borde de dejarlo todo y regresar; fue la propia mudanza de sus seres queridos, con todo y su local “Tlacoyos Beltrán”, lo que le animó a continuar, encontrando el impulso necesario para seguir haciéndose de un lugar enfundado en los colores ‘Rojiblancos’.
Gracias a esto, hoy el dorsal 20 es uno de los futbolistas mexicanos con mejor proyección dentro del entorno local, acumulando en el 2020 un promedio de 39 pases efectivos por partido, con una envidiable precisión del 89%, siendo uno de los puntos clave en la circulación del juego y con aportes importantes a la zona baja durante el Guardianes 2020, habiendo hecho efectivas sus 5 entradas defensivas, alcanzando un total de 41% de eficacia en este rubro, tan solo en este año calendario, 59% de duelos individuales exitosos y pese a su estatura, ganando el 57% de los enfrentamientos por arriba.
Otras estadísticas que tan solo en este año se pueden poner como muestra de lo que representa en el terreno de juego son sus 9 intercepciones, 9 despejes, un disparo bloqueado, 26 dribles exitosos, su porcentaje del 57% en disparos a puerta y la asistencia en el primer triunfo en la gestión de Víctor Manuel Vucetich. Lo anterior considerando sus escasos 22 años, denotan las razones detrás de la ilusión que levanta en la fanaticada tapatía.
Poco importa la opinión externa mientras se mantenga arropado por sus familiares, a quienes les debe en gran medida la humildad con la que se maneja a pesar de los registros obtenidos en su escasa longevidad, así lo ha demostrado regresando la ayuda que ellos le han significado, promocionando y auxiliando el negocio familiar, dejando en claro, tras las mofas generadas por su vivienda durante la realización de la e-Liga, hace ya algunos meses, que lo más importante para su causa, es el bienestar de quienes le brindaron todo.
A este punto podemos entender que el vínculo de los aficionados con Fernando Beltrán está construido bajo principios sólidos, respecto a lo que aporta para Chivas cuando se encuentra en la cancha, pero es más en el aspecto de la identificación; en una actualidad donde los talentos juveniles comienzan a no ser prioridad, las inversiones fuertes ganan más terreno y los menos privilegiados parecen ya no ser el punto focal de la federación, el ‘Nene’ representa esa humildad, hambre de triunfo, así como la perseverancia de saltear cada impedimento, con el único fin de hacer realidad una meta a la que pocos llegan.
Es la imagen representativa de todo un sector en la tribuna, la identidad de miles feligreses deportivos, el jugador que la gente quiere ver triunfar: Fernando Beltrán Cruz es esa narrativa del niño con talento que logró cumplir el sueño sin importar qué, la historia ante la que nadie se puede quedar ecuánime, lo que depare su carrera a futuro sigue siendo un gran enigma, consolidación o intermitencia, ser un seleccionado referente o un jugador a nivel mediano, solo hay una cosa segura, lo más difícil ya quedó atrás.