Presentamos el balance de una Fiera que todavía tiene esperanzas de pelear por el título.
El torneo Apertura 2018 de la Liga MX regresa a la actividad para llegar a su recta final, la parte más intensa del campeonato, en la que se definen a los equipos que son aspirantes a alzarse como el campeón y desde luego, es en estas fechas cuando la pelea por los últimos boletos alcanza tonalidades de mayor nivel. Una etapa que para León se antoja complicada, debido al mal paso que arrastra desde el semestre pasado, por ello, es necesario dar un balance sobre el desempeño de ‘La Fiera’ en lo que va de la actividad.
Los principales antecedentes los tenemos desde inicios del torneo pasado, cuando sonó uno de los “bombazos” más ridículos de la historia reciente; sacar del retiro a Landon Donovan, quien tenía años fuera de actividad. Esta movida representó un intento de mercadotecnia interesante, pero que sobre el terreno de juego estuvo lejos de lo prometido, con minutos casi inexistentes en los que nada favorable se puede hablar del estadounidense, pero tampoco se puede hacer lo mismo de todo el equipo.
El proyecto de un equipo que vive a la sombra de su potencial desde la salida de Gustavo Matosas, pareció inexistente tras la salida de Javier Torrente, para dar paso a Gustavo Díaz, con quien se pretendió regresar a un estado de competencia estable, mismo que no llegó, no se cumplió ninguna de las promesas y como un total desastre, se llegó al nuevo certamen, que a estas alturas ha dejado algunas puntuaciones.
La cosecha no ha mejorado
El Clausura 2018 representó una de las cosechas de puntos más mediocre en los tiempos recientes para los de Guanajuato, no obstante, este torneo ha estado no solo a la altura del pasado, sino que un poco más abajo, puesto que, tras 12 encuentros disputados, el saldo fue de 15 unidades, con 4 victorias, 3 empates y 5 derrotas; en tanto que, en la actualidad, el puntaje es de 13 puntos, con 4 triunfos, una igualdad y 7 descalabros.
Dudas sobre el manejo directivo
Anteriormente mencionamos el fichaje de Landon Donovan, pero el armado del equipo es malo más allá de esta llegada. La portería fue un puesto que se padeció y al que no se le encontró mejora con contrataciones como la de Felipe Rodríguez, ni la confianza con Yarbrough. Al final, su mejor fichaje en el último año, Rodolfo Cota, llegó cortesía de la disputa entre Pachuca y Chivas, no como un manejo propio de los directivos.
Respecto al resto del terreno de juego, ninguno de los que arribaron no fueron capaces de igualar a jugadores importantes en su momento, como Elías Hernández o ‘El Gulit’ Peña. De hecho, en el esquema actual es difícil encontrar un jugador constante que pueda cargar con el peso del equipo, servir balones a Mauro Boselli o hacer que se dependa menos de Luis Montes, que cuando está en su mejor nivel cambia la cara de este cuadro, pero dejó de ser una constante tras aquella lesión de hace algunos años previo a Brasil 2014.
Cabe añadir a lo demás que la destitución del ‘Chavo’ Díaz para iniciar proceso con Ignacio Ambriz, fue una transición que de igual forma, pareciera haberse hecho sin ningún plan, puesto que se dejó pasar una Fecha FIFA para dar ‘seguridad’ al entrenador, pero en la siguiente derrota fue despedido, aspecto que vuelve a hablar mal de los directivos o por lo menos del cómo llevan las riendas de la institución.
Irregularidad
Uno de los problemas más claros de este equipo, que es resultado directo de todo lo que se ha puntualizado anteriormente, ya que, si bien es un grupo con el potencial para vencer a rivales de peso como América y Toluca, es el mismo plantel que perdió frente a un desangelado Lobos BUAP y un Monarcas Morelia que parecía un rival a modo, ambos en condición de local.
Aspiraciones muy complicadas
Ubicado en el puesto 13, a tres unidades de la octava plaza, el cuadro ‘Esmeralda’ es uno de los que menos posibilidades aparenta tener para llegar a la Liguilla, puesto que, con 5 duelos restantes, tiene un camino largo por encima de los otros 4 conjuntos que pelean por un boleto a la Fiesta Grande, mismos de los que depende para poder cumplir la meta de competir por el campeonato. A resumidas cuentas, la cuesta está muy empinada, pero no existen imposibles todavía.