Una goleada de trámite para los Guerreros les dio el pase a la Liguilla ante un equipo que nunca pudo meter las manos

Víctor García

TORREÓN, México.- La serie entre Santos y Querétaro en los duelos de repechaje lucía ya como la más dispareja de todas, pero el marcador final entre ambos hizo notar todavía más la circunstancial clasificación de los emplumados frente a uno de los conjuntos que mejor futbol desplego a lo largo de la fase regular.

Desde el inicio fue el equipo de Almada quien propuso más al frente, buscando inquietar al guardameta Gil Alcalá. Tras algunas aproximaciones claras, apareció Fernando Gorriarán para abrir la cuenta con un disparo inalcanzable para el guardameta visitante, demostrando su gran momento.

Apenas tres minutos después Santos sentenció todo con la aparición de Ayrton Preciado en el área, quien cruzó fácilmente al arquero para definir el segundo. Con dos goles de ventaja, los locales bajaron el ritmo y las emociones se apagaron totalmente, dejando un marcador parcial de 2-0 al medio tiempo que aún parecía alcanzable para Querétaro.

Pero un gol de vestidor en el arranque del segundo tiempo, cortesía de Eduardo Aguirre, apagó cualquier esperanza de los Gallos, que a partir de ahí comenzaron a sufrir demasiado en defensa. Al 60’ una desatención en el área se convirtió en un penal para los Albiverdes, mismo que convirtió Diego Valdés para aumentar la ventaja.

La noche de pesadilla para Querétaro terminó al 62’, solo dos minutos después del penal, con el segundo de la noche de Eduardo Aguirre. La superioridad de los Guerreros se mantuvo hasta el último minuto, pero ya no hubo más goles.

Con este resultado terminó el torneo para un Gallos Blancos que justo apenas antes del inicio del partido confirmó la renovación de Héctor Altamirano como su técnico. Santos por su parte deberá concentrarse en la Liguilla, buscando mantener esa regularidad y contundencia para consolidarse aún más como un candidato serio al título.